Redacción| Elmer Torrejón Pizarro
Cuando los españoles fundaron San Juan de la Frontera de los Chachapoyas un 5 de setiembre, quisieron tener un lugar cerca por donde sale el sol, por el Levante; y no se equivocaron. Chachapoyas estás junto al sol, ves salir al astro rey, y tu luna llena por las noches engalana los balcones, orquídeas y los lindos ojos de tus mujeres bellas. Tus aromas de guarangos, retamas y eucaliptos, junto al sonido de tus quebradas y el canto de quintes y golondrinas, son síntomas placenteros de ese aposento terrenal.
Entre mitos de la Sabarberein y los Frailes sin Cabeza, escondes un misterio, una historia que hacen de ti Chachapoyas, ese lugar paradisiaco donde todo@s quieren vivir. Tienes muchos problemas, pero sobretodo tienes potencialidades; tu gente y sus manos son motivo para creer que la esperanza de tus hijos por verte encumbrada dentro del desarrollo nacional, pronto se hará realidad. Chachapoyas, añeja ciudad del Perú, arriba sobre el Utcubamba, junto a las nubes, tu historia es tan grande que un relato en poesía mística, sería una música eterna y dulce para los oídos de los propios dioses.
Tierra de mis ancestros, de mi bis abuelo Pablo Pizarro, héroe chachapoyano quien dejó su huella histórica en la Guerra con Chile; tierra de mi abuelo Miguel Pizarro y de mi padre Marino Torrejón; tierra que me viste nacer; te llevo en mi corazón junto a mi Luya, Lamud y Amazonas.
¡Feliz aniversario Soberana de los Andes y Reina de la Selva!