El Gobierno publicó el Decreto Supremo 007-2024-VIVIENDA, que aprueba la Hoja de Ruta hacia una Economía Circular en agua potable y saneamiento al 2030, documento pionero en América Latina, que permitirá ejecutar acciones para el uso eficiente en el aprovechamiento del agua potable y el reuso de las aguas residuales en nuestro país.
El 2 de julio, la ministra de Vivienda, Construcción y Saneamiento, Hania Pérez de Cuéllar, junto al ministro del Ambiente, Juan Carlos Castro, refrendaron el proyecto de Decreto Supremo que aprueba la Hoja de Ruta, que fue publicada este sábado en el diario oficial El Peruano. Esta importante estrategia del Gobierno busca transitar hacia una economía circular en los servicios de agua potable y saneamiento.El Ministerio de Vivienda, a través de la Dirección General de Políticas y Regulación en Construcción y Saneamiento (DGPRCS) y la Dirección General de Asuntos Ambientales (DGAA) tienen un plazo no mayor a 120 días para elaborar el Plan de Implementación de la Hoja de Ruta que entra en vigencia el próximo 10 de julio. Asimismo, la Oficina General de Monitoreo y Evaluación de Impacto (OGMEI) efectúa el monitoreo del plan de implementación de la Hoja de Ruta.El decreto refiere que, el MVCS, mediante Resolución Ministerial, previo acuerdo con el Ministerio del Ambiente, puede actualizar, incorporar, modificar o integrar nuevas acciones o contenidos en la Hoja de Ruta hacia una economía circular en agua y saneamiento al 2030.La ministra Hania Pérez de Cuéllar, saludó que la iniciativa del Ministerio ya sea una realidad, y que su sector sea pionero en esta estrategia en la región.“Esta hoja de ruta permitirá un trabajo coordinado con diversos sectores para incrementar el porcentaje de aguas tratadas de cara al 2030. A la fecha se tratan 600 mil litros de agua residual por segundo. Del total, sólo se reúsa el 10%”, afirmó.La estrategia del Ministerio de Vivienda busca mejorar el marco regulatorio del servicio de agua potable y saneamiento para que garantice la implementación de soluciones circulares. De esa manera, la hoja de ruta facilitará el tránsito hacia una economía circular, con el uso de programas y proyectos de conservación, recuperación de fuentes de agua y aprovechamiento de aguas tratadas y biosólidos.