El Instituto Nacional Penitenciario (INPE) puso en marcha un plan de identificación de internos indocumentados en todos los penales del país, en coordinación con el RENIEC, con el fin de reforzar la seguridad ciudadana y mantener un control preciso de la población penitenciaria.
La iniciativa comenzó en los establecimientos penitenciarios Ancón I y II, donde ya se identificó a 90 internos con problemas de identidad dudosa o múltiple, de un total de 1,774 casos a nivel nacional.
El proceso consiste en verificar las huellas dactilares de los privados de libertad en las bases de datos del RENIEC, Policía Nacional y Migraciones. En caso no se logre la plena identificación, se gestionará su registro inmediato con la Dirección de Restitución de la Identidad y Apoyo Social.

El INPE reafirmó su compromiso de frenar actos delictivos dentro de las cárceles, garantizando a la vez el derecho a la identidad de los internos.