En el contexto de la pandemia, las familias en condición de vulnerabilidad han optado por preparar alimentos de forma colectiva mediante las ollas comunes. Frente a esta iniciativa, el Ministerio de Salud (Minsa), a través del Instituto Nacional de Salud (INS), brinda recomendaciones para realizar la labor bajo las medidas sanitarias establecidas a fin de salvaguardar la salud de la comunidad.
En principio, la nutricionista del INS, Silvia Cavero, sostuvo que la olla común, en la medida de lo posible, debe contener alimentos de varios grupos, destacando aquellos que aportan energía (arroz, fideos, papas o menestras), que se complementarán con alguna proteína (pollo, pescado, huevo o vísceras) y verduras o frutas, de preferencia enteras y con cáscara como mandarinas, naranjas, plátanos y manzanas.
Asimismo, explicó que las personas que se encargan de elaborar ollas comunes cumplen un rol importante y fundamental, puesto que con su trabajo se alimentan todas las personas de la comunidad a la que pertenecen.
“Es vital que las personas encargadas de la preparación de alimentos no tengan fiebre, tos seca, congestión nasal, dolor de garganta, dolor de cabeza, diarrea u otro síntoma similar, por lo que deben cuidar su salud e higiene en todo momento”, recalcó.
Por su parte, la ingeniera del INS, Fanny Baldeón, remarcó que también se recomienda mantener la distancia entre personas de no menos de un metro, así como el uso correcto de mascarilla que cubra nariz y boca, protector de cabello (puede ser una pañoleta) y delantal exclusivo para la preparación de alimentos, implementos deben ser lavados diariamente.
Agregó que las personas que elaboran y sirven los alimentos no deben usar anillos, relojes, aretes entre otros. Asimismo, tienen que lavarse las manos frecuentemente (antes, durante, después de cocinar y servir), con agua y jabón durante 20 segundos como mínimo.
“En la medida de lo posible, la preparación de los alimentos para la olla común debe efectuarse en lugares protegidos contra el viento, polvo, sol, lluvia, animales, etc., teniendo cuidado en tener un piso firme y que los alimentos a almacenar, se encuentren protegidos y dispuestos en algún soporte que los separe del piso”, detalló.
Las especialistas manifestaron que una condición necesaria para desarrollar ollas comunes es la disponibilidad de agua segura, siendo preferible una red pública y de no ser posible, tener un depósito con caño y tapa.
Es importante recordar que se puede tener agua segura, agregando dos gotas de lejía por cada litro de agua, o el uso de pastillas desinfectantes, según se disponga. Asimismo, se sugiere que los recipientes de las personas que reciben los alimentos estén limpios, desinfectados y tengan tapa o similar para que la comida no se contamine durante el transporte hacia sus hogares.