Cartas a mi pueblo
Por Manuel Yóplac Acosta
Carta 793
(11/09/2020)
Ante la expansión de la pandemia del coronavirus en el mundo, nos dicen que la única solución “definitiva” es la vacuna. Tantas veces nos repiten que hoy prácticamente todos esperamos la ansiada vacuna. Así pues, la vacuna se presenta como una luz en medio de la oscuridad de la pandemia, sin embargo, ¿será realmente la vacuna una luz de esperanza? Sobre esta situación, quiero plantear a modo de reflexión cuatro cuestiones.
Primero, la vacuna sería básicamente producto de la ciencia y la técnica moderna, pero ¿no es acaso verdad que esta misma ciencia y técnica no advirtieron del advenimiento de esta pandemia? ¿por qué entonces confiar de una ciencia y técnica que no pudieron predecir la pandemia?, es decir, ¿puede la ciencia y la técnica explicar algo que no predijo?
Segundo, la creación de esta vacuna se ha convertido en una nueva guerra hegemónica, su tenencia implicaría un nuevo mapa geopolítico del mundo. Rusia, China, Inglaterra y Estados Unidos se enfrentan abiertamente en la producción de esta vacuna, pero, está claro, que esta vacuna no nace para la vida en marco de una visión humana solidaria, la vacuna está naciendo en medio de una severa competencia que ya predibuja el surgimiento de un nuevo mapa de reordenamiento hegemónico mundial.
Tercero, la producción de la vacuna está básicamente en manos de grandes empresas transnacionales ligadas a la comercialización de medicamentos, en algunos casos la vacuna se está produciendo en alianza público-privada (estado-empresa) o desde los círculos militares de los estados, pero los gobiernos, básicamente se presentan como potenciales compradores de esa mercancía.
Cuarto, en consecuencia, la ansiada vacuna -asumiendo su eficacia- no es solución para la vida, sino, es la continuidad de la mercantilización de la vida y el reordenamiento mundial de los mercados. En este sentido, la vacuna no es una luz en medio de la oscuridad, pues, la vacuna no nace como una esperanza para una nueva humanidad; la vacuna es solo un rayo de luz para la gran tiniebla inhumana que nos cubre, y termino preguntando: ¿bajo qué circunstancias toda la humanidad se hará humana?.
