Durante cinco años, una adolescente luchó contra una enfermedad renal crónica en su fase terminal. Todo este tiempo ha vivido conectada a una máquina de hemodiálisis, aun así no perdió las ganas de seguir luchando en el Instituto Nacional de Salud del Niño San Borja, donde hace tres años ingresó a lista de espera para un trasplante renal.
Su madre, Luz María Janampa Oré (33), le dio una luz de esperanza. Tras hacerse los exámenes respectivos arrojó compatible para el trasplante esperado. “Agradezco a Dios por darme salud para darle vida a mi hija por segunda vez”, fueron las palabras de la progenitora, quien es comerciante en el emporio comercial de Gamarra.El 6 de abril, madre e hija ingresaron a sala de operaciones para concretar el trasplante a cargo de un equipo multidisciplinario de donación y trasplante conformado por cirujanos trasplantadores, anestesiólogos, enfermeras, urólogos e instrumentistas experimentados en trasplante renal, el cual terminó con éxito y permitió brindarle una segunda oportunidad de vida a Kimbery M.J., de 17 años.“Eres mi héroe y una súper mamá, la mejor del mundo”, dijo la menor procedente de Chanchamayo, Junín, quien agradeció el sublime e incondicional amor de su madre a quien le prometió luchar por cumplir sus sueños de ser una profesional.Es preciso señalar que los gastos de intervención y tratamiento del trasplante renal fueron cubiertos por el Fondo Intangible Solidario de Salud (Fissal) del Ministerio de Salud.Desde el año 2017 hasta la fecha, el INSN San Borja San Borja, liderado por la Directora General, Dra. Zulema Tomás Gonzales, realizó 65 trasplantes de órganos sólidos con donante vivo y cadavérico, de los cuales 40 son trasplantes renales, 12 hepáticos y 13 de córnea, consolidándose como el centro pediátrico donador trasplantador del país.Actualmente, la Institución tiene en su registro a 23 niños en lista de espera (12 para trasplante renal, 8 trasplantes de córnea y 2 trasplantes hepáticos), motivo por el cual es importante promover la cultura de la donación de órganos en el país para ofrecerles a estos niños una oportunidad de vida.La escasez de donantes cadavéricos es el principal obstáculo para la actividad trasplantadora. La tasa de donación de órganos disminuyó en nuestro país, lo que limita avanzar con los trasplantes. Antes de la pandemia, de 2 a 3 personas por cada millón de habitantes donaban órganos, actualmente la tasa ha bajado y es de 0.3 donantes por millón de habitantes.Un donante puede beneficiar hasta 8 personas ya que es posible trasplantar riñones, páncreas, pulmón, hígado y corazón, córneas, piel.