El Ministerio de Salud (Minsa) aprobó la Guía de Práctica Clínica para el Diagnóstico y Tratamiento de la Esclerosis Múltiple (EM) en el segundo y tercer nivel de atención, con la finalidad de contribuir a la reducción de la morbilidad y discapacidad, mejorando así la calidad de vida de las personas con esta enfermedad.
A través de la resolución ministerial N° 1004-2020/MINSA, el documento técnico establece los síntomas, subtipos y factores de riesgo que determinan la progresión a Esclerosis Múltiple clínicamente definido, con el objetivo de un diagnóstico e inicio temprano de tratamiento.
Se incorpora una nueva clasificación por actividad (episodios agudos, lesiones captadas por imágenes), progresión y empeoramiento que se asocia a los subtipos clásicos para un mejor entendimiento del dinamismo propio de la EM.
Detalla los fármacos necesarios para retardar el tiempo de conversión a Esclerosis Múltiple clínicamente definido y los que necesitan los pacientes con la enfermedad activa, con evidencia científica.
El documento técnico brinda recomendaciones para una buena práctica clínica, como considerar la eficacia relativa de los tratamientos con respecto a la reducción de la frecuencia de recaídas, progresión de discapacidad, deseo gestacional, comorbilidades y conveniencia de la administración que refuercen la adherencia al tratamiento.
La EM es una enfermedad desmielinizante (provoca daño en la cubierta protectora que rodea las fibras nerviosas del cerebro), inflamatoria, inmunológica y degenerativa que ataca al Sistema Nervioso Central y produce lesiones focales en la sustancia blanca de la médula espinal, tronco encefálico, cerebelo, nervio óptico y hemisferios cerebrales.
Es una enfermedad con gran impacto social porque produce discapacidad en la población económicamente activa y como consecuencia los pacientes necesitan de cuidados desde sus actividades de la vida diaria hasta ser totalmente dependientes de otras personas.
Actualmente, los tratamientos están dirigidos a modificar el curso natural de la enfermedad, disminuyendo la intensidad de los síntomas y posibilidad de discapacidad.
Las disposiciones contenidas en la presente guía práctica son de aplicación obligatoria en los establecimientos de salud del Minsa, EsSalud, Sanidades de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional del Perú, gobiernos regionales y locales.