El Ministerio de Salud (Minsa) indicó que se prioriza el uso las pruebas moleculares para detectar la COVID-19 en las personas que tienen menos de siete días desde el inicio de los síntomas de la enfermedad, informó el viceministro de Salud Pública, Luis Suárez Ognio.
Durante la primera conferencia Viernes Informativo, del Minsa, el viceministro Suárez explicó que se ha emitido una Alerta Epidemiológica de cumplimiento obligatorio en todo el país, que actualiza la forma de diagnosticar la COVID-19.
“Las pruebas se seguirán tomando solo a los casos sospechosos, es decir, a quienes lleguen a los establecimientos de salud con síntomas de la COVID-19, como malestar general, dificultad respiratoria, tos, carraspera, fiebre, etc.”, explicó en primer lugar el viceministro.
En segundo lugar –dijo– se establecerá el tiempo que ha pasado desde que el paciente empezó con los síntomas. Si han pasado hasta siete días, se aplicará una prueba molecular (con hisopado nasal o faríngeo); pero si el paciente refiere que los síntomas empezaron hace más de siete días, se le aplicará una prueba rápida.
Indicó que existe una razón científica para ello. Se ha descubierto que, en promedio, una vez que el virus ingresa a un organismo, empieza a reproducirse de forma muy rápida durante dos días y, pasado ese tiempo, la persona infectada empieza a hacer síntomas y la cantidad de virus empieza a descender lentamente.
Al sétimo día –agregó– la cantidad de virus en el cuerpo se reduce y la posibilidad de que la prueba molecular lo detecte disminuye, con lo cual, estas pruebas pierden efectividad. Sin embargo, a partir del sétimo día, los enfermos empiezan a producir anticuerpos (defensas del organismo) que empiezan a circular en la sangre. Por ello, en esos casos, es mejor utilizar pruebas serológicas o rápidas.
“No es que una prueba sea mejor que la otra –enfatizó Suárez– sino que lo importante es utilizar la prueba correcta en el momento adecuado”, afirmó.