A casi siete meses del primer caso de COVID-19 detectado en el país, hoy se sabe que la enfermedad no solo afecta al aparato respiratorio, también podría dejar secuelas en el sistema nervioso, cardiovascular e incluso, se han documentado trastornos psicológicos. Estos conocimientos han contribuido en el diseño de procedimientos para la rehabilitación de pacientes que sobrevivieron al coronavirus, informó el Ministerio de Salud (Minsa).
«Actualmente, utilizamos un conjunto de técnicas y procedimientos en el tratamiento de pacientes que sufrieron COVID-19 y presentan discapacidad de diversos tipos y grados. En cada caso, el médico rehabilitador evalúa al paciente y determina las terapias que recibirá, enmarcadas en un plan de trabajo. Asimismo, establece objetivos y metas», señaló la doctora Lily Pinguz, directora del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR).
La especialista informó que estas terapias se brindan con la participación de un equipo multidisciplinario, conformado por médicos rehabilitadores, psiquiatras, terapeutas físicos, ocupacionales, de lenguaje, psicólogos, trabajador social y licenciados en enfermería y en nutrición.
Pinguz sostuvo que el programa de rehabilitación dura de 14 a 21 días, durante la estancia hospitalaria. Una vez concluido el ciclo de atención programado, con la respectiva alta de hospitalización, el paciente podrá continuar su tratamiento de forma ambulatoria, previa referencia al Servicio de Rehabilitación del centro hospitalario más cercano a su vivienda.
Terapias
En el caso de la terapia respiratoria se realizan ejercicios para mejorar la capacidad de ventilación pulmonar y favorecer el drenaje de secreciones. De otro lado, se busca contrarrestar la debilidad muscular a consecuencia de la inmovilización, con ejercicios de fortalecimiento muscular y resistencia.
“Cuando se presentan alteraciones en las funciones mentales superiores, se realizan ejercicios de estimulación de las funciones cognitivas como la atención, percepción, memoria y comprensión”, detalló la vocera.
Desde agosto del 2020, el INR desarrolla el Programa de Rehabilitación Integral para pacientes Post COVID en sus servicios de hospitalización, donde cuenta con 48 camas disponibles y un equipo multidisciplinario.