Aquella tarde del 2015, Jesús Luque Colque caminaba raudamente a su casa luego de una larga jornada laboral, pero un afiche pegado en un poste de luz detuvo su pasó. Quizás ayudó que fuera de un color verde intenso, por lo que desde lejos pudo verlo en esa calle de Juliaca. Allí decía que era el último día del casting para encontrar al protagonista de la película peruana “Manco Cápac”. Ese fue el inicio de su carrera actoral que hoy lo convierte, en nada menos, que el mejor actor del Festival de Cine de Lima 2020.
Paradojas de la vida, aquel día Jesús no debía pasar por esa calle a esa hora. Su tío, quien los fines de semana lo llevaba a trabajar en construcción civil, una noche antes, se había ido de fiesta y no se levantó. ¿Azar del destino? “Fui solo. No podía perder el día. Ya de regreso a casa vi el poste con el afiche”, cuenta el joven. Era su oportunidad, porque cumplía con los dos requisitos principales: tener entre 16 a 18 años y hablar quechua. Aunque no conocía bien Juliaca, fue corriendo, preguntando, buscando la dirección del casting, sabía que este era su momento.
Parece suerte, además, porque fue el último joven en realizar la prueba para convertirse en Elisbán, el nombre protagónico del film. Cinco años después, Jesús, recuerda estos detalles cuando le preguntan por la historia que lo convirtió no solo en el protagonista de la película del cineasta Henry Vallejo, premiada en festivales internacionales, sino también en el mejor actor del Festival de Cine de Lima PUCP 2020.
Los personajes de la radio y del campo
Lo cierto es que nada es casualidad en la vida de Jesús. Cuando era niño y pastaba sus ovejas, en la comunidad indígena San Ignacio de Mayapunco, de la provincia San Antonio de Putina, en Puno, donde nació, siempre estuvo bien acompañado por decisión propia. Iban con él decenas de personajes de aventuras y el joven talento era el héroe en todas ellas.
“Siempre llevaba mi radio. Escuchaba “Mi novela favorita” en RPP. Era mi programa preferido, con las novelas clásicas que contaba Mario Vargas Llosa. Con solo escuchar esas voces, mi imaginación me hacía mover, actuar”, cuenta Jesús, recordando dar el salto de Edmundo Dantes, al huir de su prisión de la isla en “El conde Montecristo”, una novela de aventura clásica del escritor Alejandro Dumas.
Y por esos años también, cuando cursaba el sexto de primaria, escuchaba en quechua las hazañas de Pedro Vilcapaza en Radio Pachamama de Puno. No solo él, sino también sus compañeros se maravillaban con los actos valerosos del “El puma indomable”, mártir de la emancipación peruana.
Estos fueron los inicios de Jesús en su apasionante carrera como actor que se afianzó en las representaciones teatrales que realizaba en su colegio. Pero este joven es una caja de sorpresas. Esta por culminar la carrera de Desarrollo de Sistemas de Información en el Instituto Unitek de Tacna gracias a Beca 18 del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) del Ministerio de Educación y, además, es un destacado delantero del equipo Unión Agrario, con el que llegó a jugar la Copa Perú.
Antes del rodaje de “Manco Cápac” casi todos los actores tuvieron que llevar un curso de actuación, al que puntualmente asistía Jesús Luque. “Cuando me dieron el guion no tardé en aprendérmelo todo. Y durante la grabación también aprendía gracias a la exigencia del director”, resalta Jesús. Y agrega: “Practicábamos mucho, a veces todo un día. Y yo también lo hacía por mi cuenta. Cuando viajaba en la combi, me imaginaba que era Elisbán, hablaba como él, así muy tímido, y trataba de responder con naturalidad cuando los demás interactuaban conmigo en la calle”.
El premio para Jesús no ha sido una casualidad. Fue fruto de su vocación, descubierta en el mundo de la radio, y su gran esfuerzo y disciplina de actor durante el rodaje de la película. Es cierto que lo sorprendió haber sido elegido como el mejor actor, pero su historia de superación nos dice que hacia eso se dirigía.
“A veces nosotros al ser de la sierra somos, de alguna forma, discriminados. Siempre tenía en la mente hacer las cosas bien para poder demostrar que no porque seamos del campo, o porque no tengamos acceso a internet no podamos ser algo. Mi mensaje es para que muchos jóvenes puedan ver que sí es posible lograr nuestros sueños”, señala Jesús, quien encontró en él la clave de su motivación.
Su próximo reto, después de culminar su carrera técnica, es estudiar actuación. Para seguir con este sueño que se inició cuando era niño, Jesús está buscando una beca en la ciudad de Lima para seguir su formación. Considera que, como el joven Elisbán de “Manco Cápac”, él también quiere esa nueva oportunidad, Confía, por su propia historia, que su trabajo y talento demostrado lo ayudarán a lograrlo y pronto nos seguirá regalándonos nuevos personajes que nos robarán el corazón.